Un mes hace ya que nos instalamos en Cardenal Mendoza y parece que llevemos aquí desde principio de curso...
Sigo dándole duro al inglés, como si fuese lo único "de provecho" que tengo que hacer aquí (sigo estancado con el proyecto como de costumbre), básicamente yendo a clase martes y jueves por la mañana. Por lo menos me queda la ilusión de que en una prueba que me hicieron en el Centro de Lenguas donde estudio inglés para poder presentarme por libre en la Escuela Oficial de Idiomas en junio he sacado un 80%, todavía con el sabor de la cerveza en mis labios y los pulmones colapsados de humo, así que no tiene que ser muy difícil el famoso examen.
Sigo, también, buscando curro, ya como profesor particular visto que de otra cosa es imposible encontrar. Una empresa se puso en contacto con Jesús y conmigo pero después... caso omiso; así que estoy casi que con una mano delante y otra detrás, todavía.
Como ya comenté en el anterior post, me reafirmo diciendo que en este edificio hay un ambiente ideal. Los días pasan a ritmo de guitarra, bajo, ukulele, caja y voz. Desayunos comunitarios, comidas comunitarias, cenas comunitarias.
Los miércoles son días de Jam Session en un garito en el Realejo, hay instrumentos sin músico y todo aquel que quiera tocar o cantar puede; y también es día de cerveza gratis de 1 a 2 de la mañana en la Vogue. Los jueves no son jueves, son "juergues": botelleo en casa (casi siempre la nuestra, por comodidad más que otra cosa) y si hay suerte salimos de casa a eso de las 4 (muy nuestro). Los viernes son los nuevos sábados: si seguimos vivos después de miércoles y jueves se vuelve a hacer botelleo y se sale por algún bareto, el Chamizo por ejemplo... Los sábados..., sábado sabadete y a algún local andrajoso. Y los domingos en coma hasta que es por la tarde y hay que dar señales de vida y ver alguna peli de buenrri o comentar las jugadas y "jaleicos" de toda la semana.
Alba en la Jam Session
Hace una semana y pico vino Ana (la del IKEA) a hacerme una visitilla. Estuvo durante 3 días alojada en mi mini-habitación. La llevé de tapas y le enseñé los sitios típicos más famosos de Granada excepto la Alhambra. Quedó una noche con sus primas jinchas que viven en Granada (vaya pedazo de jinchas por cierto...). Me preguntó por algunos de vosotros, de los que se acordaba: por Sergio, el Cámara y los hermanos Aroca, y le resumí vuestras vidas brevemente.
Ana y yo en el mirador de San Nicolás
En resumen, este último mes ha sido sin lugar a dudas el mejor mes que he pasado en Granada, y sin embargo e inexplicablemente ha sido la vez que con más ganas he venido a Murcia.